Proteína C reactiva (PCR) como marcador de riesgo cardiovascular
La PCR es producida por el hígado y por las células grasas (adipocitos). Se trata de un miembro de la clase de reactantes de fase aguda que aumentan los niveles de manera espectacular durante los procesos inflamatorios que ocurren en el cuerpo. La PCR se eleva hasta 50.000 veces en la inflamación aguda (como la infección), por encima de los límites de la normalidad dentro de las 6 horas, y con picos a las 48 horas. Su vida media es constante, y por lo tanto, su nivel está determinado principalmente por la tasa de producción.
La rotura de las placas de ateroma en el infarto de miocardio y en el ictus está relacionada con la presencia de fenómenos inflamatorios en las placas de ateroma. Por lo tanto, su elevación puede predecir enfermos de mayor riesgo de un cuadro cardiovascular agudo.
Prevenir su incidencia
La medida de la concentración plasmática de la PCR puede proporcionar un método para la detección de personas con alto riesgo de ruptura de placa y de ataques agudos cardiovasculares.
En la actualidad existen sistemas de ensayo altamente sensibles que nos permiten evaluar los niveles de PCR, lo que unido a la detección de otros factores de riesgo mejora considerablemente la predicción de futuras enfermedades cardiovasculares. Actualmente, existen medidas que han demostrado una reducción de los niveles de proteína C reactiva, como son la higiene bucodental y el tratamiento de los procesos infecciosos.
Fuente: Fundación Española del Corazón